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Profesora Claudia Lucero se integra al equipo clínico de nuestra Escuela desde el Enfoque Sistémico

En el presente año, Claudia Lucero, en conjunto a Marcela González, fueron las nuevas adquisiciones docentes del equipo clínico de la Escuela de Psicología de nuestra universidad. En este contexto, le realizamos esta entrevista a la profesora Claudia, cuya formación en psicología se realizó en la Universidad de la Frontera, en Temuco, y realizó un Doctorado en la Universidad de Barcelona sobre la temática de la Psicología Clínica y la Salud. Respecto a esto, nos comentará los pormenores de su elección de la psicología como carrera y de su actuar en la psicología clínica.

¿Qué la motivó a estudiar psicología?

Me motivó una profesora que tuve, en verdad no pensé antes estudiar psicología, pensé en estudiar muchas otras cosas antes que eso, nada que ver con la psicología. Recién supe de la psicología en cuarto medio y entré un poco ignorante a estudiar, pero lo hice porque encontré muy bonito lo que ella contaba de las reflexiones que hacía, porque ella era filósofa, no psicóloga, pero habló muy bien de la psicología. Habló de comprender y explicarse las cosas, entonces esa fue mi motivación, no tuve otra.

¿En qué áreas de la psicología ha trabajado?

Me desempeño en el área clínica y en el área de salud.

¿En la actualidad también?

Sí, ambas.

¿Por qué le gustó más la clínica?

A la clínica llegué más por un lado de habilidad. En verdad es lo que siempre hice desde antes de titularme incluso, trabajando con profesores, atendiendo casos. Y me dedique un poco más al tema comunitario, sólo que en esa época no existía, y ahí trabajábamos muy uno a uno, pero en la calle, en la cárcel, pero era muy clínico. Entonces, después de unos años de titulada, donde siempre ejercí como clínica y en trabajo más psicosocial de Derechos Humanos, decidí que lo clínico es lo que más había hecho, entonces empecé a estudiar de nuevo en el área clínica, ahí me especialicé.

¿Cuáles son los cursos que ha tenido a cargo aquí en la escuela?

Hice un curso de formación general que me encantó, lo hice aquí y en la Casa Central en Valparaíso, en el Gimpert, con chicas y chicos de últimos años de distintas carreras en el tema del cuidado emocional en el trabajo, en la vida laboral, y fue un curso realmente maravilloso, fascinante trabajar con esos grupos de jóvenes de trabajo social, educación diferencial, agronomía, ingeniería, y todos revueltos, así que fue un curso maravilloso. Y este semestre, estoy haciendo un optativo de habilidades terapéuticas y he trabajado con la Luisa en la Clínica Sistémica. Además, este semestre se me pidió ayuda para Desarrollo II, con María de los Ángeles para colaborar con seminarios sobre el desarrollo.

¿Cómo ha sido trabajar en esta escuela?

Bueno para mí, porque tenía muchas ganas, porque ya desde el año pasado que estábamos haciendo cosas juntas con la Luisa. Eso es algo más personal, pero pesa harto sentir que uno tiene un partner para trabajar, así que eso ha sido súper exquisito. Es bueno porque me ha traído a Viña, ha sido un gusto conocer a los estudiantes, el estilo de los estudiantes, la forma que tienen de reflexionar, de plantear las cosas, ha sido muy grato. Al equipo lo conozco un poco menos porque no coincidimos en horarios, me falta conocerlos un poco más, más que sólo saludarlos. En verdad ha sido una inserción calma, agradable hasta aquí.

¿Cómo ha sido poder compartir con los alumnos en la experiencia clínica?

La supervisión ha sido muy buena, a mí me gusta mucho el tipo de formación que tienen los alumnos, son criteriosos, muy preocupados de los temas éticos, muy responsables, respetuosos de los consultantes, muy dispuestas y dispuestos a leer y buscar nuevas explicaciones, tienen harta apertura y mucho cuidado.

Respecto a su experiencia en la psicología clínica ¿Cuáles son las temáticas que más le han llamado la atención?

Es difícil la pregunta, porque he pasado por muchos temas. Si tuviera que juntar como algo un poco más macro quizás podrían ser los temas más de maltrato, relacionado a lo que hacemos respecto con la inequidad y ese tipo de cosas. He trabajado en Derechos Humanos, he trabajado en servicios públicos, en centros comunitarios, y yo creo que son los temas que me provocan, en todo: niños, mujeres, homosexualidad, Derechos Humanos en genérico y particularmente en violencia política, como que estos temas me ocupan. Si pudiera hacer un hilo común en la vida, es lo que reúne o me motiva o conmueve o mueve a hacer algo, a pensar, el tema del trato, sobre todo basado en el poder y la inequidad, en ese tipo de cosas.

Tengo entendido que su enfoque es la teoría sistémica ¿Qué es lo que más le llama la atención de ésta?

O sea, me llamó la atención cuando la conocí, porque sabía nada también, así como llegué a la psicología, porque me gustó y me la jugué un poquito antes de estar muy enterada. Cuando me titulé trabajaba en DDHH básicamente y después me embaracé y tuve hijos, entonces reduje mis horas laborales y aumenté mis horas en casa, en la crianza y esas cosas. Allí, como que sentí que me había apartado un poco del ejercicio profesional, a pesar de que nunca dejé de trabajar, me dieron ganas de estudiar de nuevo y ahí opte por la clínica, por formarme en clínica. Cerca de donde yo vivía, en la zona sur, el Instituto Chileno de Terapia Familiar justo estaba haciendo un curso que me quedaba a dos horas, un curso de formación en terapia de pareja, y ahí conocí el modelo sistémico. Yo lo tomé porque era terapia de pareja, por la necesidad de salir, de estudiar, de hacer algo, de volver a enchufarme. Ahí estudie cuatro años con ellos, y de ahí salí a formarme en sistémico y me encantó todo. Yo venía más de la línea psicodinámica, psicoanalítica, que también fue una buena formación, más dura, pero habían cosas de allí que me costaban, comprendía, pero lo encontraba extremadamente duro con el terapeuta y a veces también con los consultantes. Entonces esa parte a ratos me desacomodaba de mi rol, pero tenía que cumplirlo, porque son tremendamente estrictos en la normativa de cómo uno se vincula con los espacios, con la regularidad, el setting que le llaman, y además el rol del terapeuta está claramente definido y continuamente regulado.
El mundo de los sistémico me permitió comprender cosas del mundo que no había podido comprender desde el psicoanálisis, quizás hay algunos que sí pueden, porque epistemológicamente les hace más sentido algo así, pero a mí me permitió comprender de manera más global, no era por algo profesional, algo técnico, no era como “esta teoría me sirve”, no, era un modo de entender la vida, mi vida… y fue muy bonito, a mí me encantó. Además es muy inclusivo, no niega mi conocimiento previo, que yo me haya formado en lo otro, no, todo sirve, entonces eso me encantó.

Respecto a sus clases ¿cuáles han sido los objetivos planteados en cada uno de los cursos, en especial en la clínica?

O sea, en genérico, un objetivo fundamental es poder transmitir lo que uno sabe, conoce y ha pensado y recoger de los estudiantes lo que saben, conocen y han pensado, independiente del tema del cual uno vaya a hablar. Yo creo que la formación es esto, es ponernos totalmente a disposición en la sala de clases, de poder discutir y transmitir respecto a los conocimientos, no sé si habrá un mega objetivo o algo tan particular, si tú me dices “mira en la formación necesito este objetivo que sepan” yo creo que eso es un objetivo de los estudiantes, no de uno como profesor, yo no puedo decir “tú vas a saber tal cosa”, es un objetivo que tienes que plantearte tú, yo me pongo a disposición para que eso ocurra.

Como última pregunta, cada profesor tiene un sello que lo caracteriza ¿cuál diría usted que es su sello como profesora?

Como profesora… no lo sé capaz que esto último que te digo, la tendencia que tengo siempre de conocer la opinión de las personas, lejos me interesa profundamente, en todo lo que hago, en clases, en terapia, en la vida, me encanta compartir la opinión, pero para compartir tengo que saber la otra opinión, ¿qué es lo que están pensando?, ¿por dónde lo ven?, eso me encanta, me encanta polemizar, me encanta cuando hay estudiantes que son polémicos que te dicen “no, eso no es así”, lejos encuentro que son los desafíos más lindos de las clases porque todo lo demás lo puedes leer, así que como sello creo que eso: conocer y compartir opinión.