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Paula Ascorra: «Para mi gusto estos cambios no pueden ser individuales, sino que deben venir desde la institución»

Conversamos con la Dra. Paula Ascorra a propósito del movimiento capitalismo consciente, impulsado por el profesor Raj Sisodia 

Una nueva forma de liderar y gestionar las empresas es lo que propone Raj Sisodia, un académico del Babson College en Estados Unidos, que ha tomado cada vez más fuerza entre las empresas que buscan nuevos modelos más sostenibles y competitivos.

Según el profesor, el capitalismo consciente «es reconocer la necesidad del ser humano de preocuparse y querer” y menciona que los negocios tiene un propósito más alto, que va más allá de las utilidades. Para conseguirlo sugiere integrar a todos los públicos -sociedad, medioambiente, empleados, etc- e incorporar líderes y culturas conscientes al interior de la empresa.

El movimiento, que ha llevado a Raj Sisodia alrededor del mundo respondiendo entrevistas y congregando miles de seguidores en sus charlas, ha ganados adeptos y detractores. En esta línea, la revista RH Management realizó un ciclo de entrevistas para conocer la opinión de diversos sectores de la sociedad civil sobre el real alcance de lo que el académico llama una nueva idea sobre responsabilidad empresarial.

Una de las consultadas fue la Dra. Paula Ascorra, académica e investigadora de la Escuela de Psicología de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, quien fue enfática al señalar que «desde una perspectiva crítica, lo que uno ve acá es un nuevo entendimiento y otra forma de capitalismo más bonito, pero que no quiere herir a la empresa. En alguna medida quiere que todo siga igual».

Además, va más allá y señala que siempre es positivo un llamado al cuidado del otro y el medioambiente, pero no se trata de un voluntarismo. En relación a los puntos débiles del movimiento, señala tres preguntas cruciales.

«¿Cómo me doy cuenta de lo que no me doy cuenta?. En segundo lugar,  ¿basta con tomar consciencia para tomar la acción? La teoría en Ciencias Sociales te dice que no. Por ejemplo, puedo tener plena consciencia de mi conducta violenta o dependiente, pero no necesariamente voy a cambiar mi conducta.

En tercer lugar ¿1+1+1 realmente constituiría un cambio global o necesitamos estrategias que nos apunten a todos?. Creo que la pregunta es interesante, pero no es nueva. En los 40 se hablaba de las relaciones laborales, del capital humano al interior de las empresas; después en los 80 se habló de humanizar las organizaciones y las empresas. Para mi gusto los cambios no son individuales, sino que vienen desde la institución.

La académica señala que, desde su punto de vista, la vía es la institucionalidad, «Para generar cambios es necesario normar. Si queremos propiciar un buen trato a las personas, sueldos decentes para todos. Para asegurar el desarrollo de las personas, hay que formar y capacitar; si buscamos cuidar el medioambiente, hay que implementar las normativas necesarias. No basta con el cambio individual y el voluntarismo», concluyó.

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