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Entrevista: Mara Sapon-Shevin: “Para mejorar la convivencia escolar tienes que enseñar cómo ser un ser humano bueno”

Por Dafne Moncada

Mara Sapon Shevin es  profesora de Educación Inclusiva en la Universidad de Syracuse (Syracuse, Nueva York, EE.UU.), donde ella prepara a los maestros para aulas heterogéneas e inclusivas. Ha participado activamente en la formación docente y el cambio de la escuela por los últimos treinta años, y ha escrito más de 150 artículos, capítulos y libros relacionados con la educación inclusiva, la enseñanza de la justicia social, el aprendizaje cooperativo y la enseñanza contra el racismo y la homofobia.

Actualmente está trabajando en nuestra escuela como académica invitada desarrollando diversos proyectos. Además, Mara realiza trabajo de docencia en las Escuelas de Psicología y pedagogía y está realizando una consultoría en un proyecto que busca escribir los nuevos estándares para Chile en Educación Diferencial.

Recientemente Mara viajó a Valdivia para realizar un taller a orientadores y docentes sobre la convivencia escolar y esta semana participará en el V Congreso Iberoamericano sobre Convivencia Escolar, conversamos con ella sobre convivencia y la realidad de la educación en Chile y Estados Unidos.

¿Desde qué perspectiva usted trabaja la violencia escolar?

Mi enfoque es que para mejorar la convivencia escolar tienes que enseñar cómo ser un ser humano bueno, no es solamente quitar el comportamiento malo, tienes que enseñar lo bueno. Hay gente que cree que eliminar el bullying es como cortar una hierba mala de la tierra y eso no da cuenta de las raíces que son racismo, sexismo, homofobia, todo eso. Y claro, si dejas las raíces estas van a crecer otra vez y a veces más fuerte.

También si estás enfocado en quitar la hierba esto establece un ambiente de castigo  y de vigilancia: “te estoy mirando a cada minuto”, vas a ver que esto no establece un ambiente de convivencia, no es bueno para el aprendizaje en general, entonces el bullying no es solamente una cosa entre individuos, es parte de un sistema, de estructuras y se trata de todo eso. Por eso debe ser el trabajo de todos en las escuelas, no solamente de la orientadora y del psicólogo.

¿Qué te ha llamado la atención sobre la educación chilena?

Bueno, todavía no he visto muchas escuelas aquí, pero lo que he notado es que, como en mi país, los docentes no tienen ni formación ni tiempo para establecer la convivencia escolar. Tienen asignaturas en lectura, matemáticas, ciencias sociales, pero no tienen formación en qué hacer cuando alguien no tiene amigos o cosas así. Entonces hay una falta de preparación para saber hacer eso en las Escuelas. Ahora con las evaluaciones está aún más concentrada la atención a las cosas académicas y no hay bastante tiempo para pensar lo que está pasando entre los alumnos.

En Chile también existen  evaluaciones que causan mucha tensión entre los profesores y los estudiantes. Muchas veces, los profesores se ven obligados a recortar las actividades de educación física y arte para poder reforzar contenidos que son evaluados en pruebas como el SIMCE, ¿Qué piensa usted de eso?

Es horrible, pasa exactamente igual en los Estados Unidos, pero no funciona. Aún con más tiempo para preparar evaluaciones; sin tener arte, música y recreo, se ponen aún más nerviosos los niños, se comportan peor y el estrés de todo eso aumenta. Ahora hay niños que toman pastillas, pero la verdad es que no las necesitan, necesitan correr en el recreo, ser más activos en la escuela, no es un problema de ellos, sino un adaptación a lo que está pasando.

Según su experiencia, ¿qué es lo que funciona?

Primero tienes que tener una comunidad acogedora, para que todos sientan que tienen amigos, que tienen apoyo en la clase, esa es la base para otra enseñanza, porque la verdad es que si tú no te sientes cómoda en la escuela, no tienes amigas, no vas a aprender lectura o matemáticas. Si estás nerviosa, si no hay nadie con quien jugar o comer, no es un clima nuevo para el aprendizaje.

Entonces el desafío es aún mayor en aquellas escuelas cuyos estudiantes están insertos en entornos sociales vulnerables, donde viven en condiciones precarias…

Sí, claro, y aún ellos necesitan más ese sentido de ser una comunidad.

En este contexto, ¿qué herramientas hay para poder acompañar a los profesores?

Los profesores también necesitan ayuda y apoyo. La relación entre los profesores y los estudiantes son lo mismo que la relación entre los directores y los profesores. Tienen un sentido de ser apoyados, tiene sentido que a alguien le importa si está enfermo su marido, si le pasa algo a su hijo, tiene que tener este sentido y además, tiene que tener el sentimiento de ser un equipo. Que no estoy yo aquí sola trabajando con mis 30 alumnos, sino que estamos trabajando juntos con los 400 alumnos y que no se sientan tan aislados, porque eso es lo peor.

También necesitan tener más poder para tomar decisiones en sus clases. Porque eso es lo que pasa también en los Estados Unidos le han quitado poder al profesor. Saber lo que enseñar, cómo enseñarlo, qué hacer, está todo controlado desde arriba. Mira, es como ser una madre y no poder tratar a tu hija con lo que tú sabes de ella. No puedes decir: “mira, a las 10:00 hay que darle comida, pero no tiene hambre”, es imposible.

Cuando la escucho hablar siento que estuviésemos hablando de que se requiere una nueva sociedad que piense a la educación y a los seres humanos de una forma distinta para construir convivencia.

Se necesita de una nueva sociedad, pero también al cambiar las escuelas podemos crear una nueva sociedad, entonces es hacia ambos lados. Si tú creces como una niña que tiene la esperanza de tener una buena convivencia con tus compañeras y tienes habilidades sociales para apoyar a tus amigos y trabajar juntos todos, esto también puede crear una sociedad muy diferente.

La competencia es muy mala en las escuelas, aunque haya gente que dice que es una motivación, la verdad es que no lo es. Porque si yo soy profesor y digo “mira vamos a tener una competencia en Matemáticas y el premio para el ganador es…”, tú sabes que será Juan o Manuela, tú ya lo sabes como alumna que tú no, porque para tí es difícil, entonces la motivación es sólo para manuela y para Juan, pero para el resto no, porque no tienen ninguna posibilidad de ganar. Entonces tienes que enseñar como cooperar con otros.

Aparte de tener un sistema competitivo al interior del aula, tenemos un sistema competitivo entre escuelas, ¿qué pasa con eso?

Horrible, un ranking, pasa igual en los Estados Unidos. Y las escuelas que tienen los rankings más bajos son los más vulnerables y los que más necesitan ayuda.

Si a esto le sumamos el cierre de las escuelas…

También, pero qué le pasa a los niños, no es que vayan a escuelas mejores, pierden otra vez su comunidad, su sentido de ser juntos, vamos de mal en mal.