Actualizaciones sobre el autismo: seminario indaga perspectiva del psicoanálisis en relación a diagnóstico y tratamiento
La actividad completó el ciclo de coloquios sobre la disciplina organizados por la Clínica Psicológica PUCV
Dialogar sobre las tendencias en el diagnóstico y tratamiento del autismo fue uno de los propósitos principales del seminario Actualizaciones sobre el autismo, realizado en el Aula Media en el Campus Sausalito de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso.
La académica de la Escuela de Psicología PUCV, María Olga Herreros, conversó con la docente de la Universidad de Buenos Aires, Marita Manzotti, quien fue responsable del Observatorio Internacional sobre Políticas del Autismo de la Federación Americana de Psicoanálisis de la Orientación Lacaniana (FAPOL).
Para comenzar la exposición se refirió a una de las posibles causas en el aumento de diagnósticos, señalando que el goce autista podría ser el principal responsable. Según la investigadora, la época en la que vivimos propiciaría un modo de satisfacción poco atento al otro, con cierto desapego al vínculo.
“En la actualidad los niños que pasan largas horas frente a la tv sin la intervención del adulto, durante la adolescencia las dudas se buscan más en internet que a través de la interacción con otro que pueda orientar. Cuando digo que hay una caracterización del modo actual de gozar me refiero a que hay una serie de prácticas que hacemos solos”, señala.
En esta línea, el diagnóstico por protocolo –que tiene preestablecidos una serie de indicadores que pueden o no estar presentes- se ha ido masificando cada vez más. “Hay un cruce entre una modalidad autista de goce social y los protocolos de diagnóstico que observan la conducta de los niños y que presentan muy a la vista esta modalidad de goce autista”, comenta.
En este sentido, el psicoanálisis propondría ciertas modalidades clínicas de diagnóstico: en proceso y bajo transferencia. “Diría que el primer aporte de la disciplina es no etiquetar. Más bien, el psicoanálisis pone a prueba la dimensión de recursos que el niño tiene antes de nominar y etiquetar los rasgos que presenta”, declara la académica.
Además, un error diagnóstico tiene un efecto devastador para las familias y el rol que ejercen sobre el niño, aunque también menciona que existen excepciones. “El primer indicador es una desaparición del ejercicio de las funciones parentales, pasan a ser agentes de verificación permanente, todo lo hacen para probar si el niño es o no autista. Dejan de jugar por el goce de divertirse con el niño, porque lo hacen para ver si sigue la consigna”.
Marita comenta que otra característica del autismo es la incomodidad que tienen los niños para poseer un cuerpo, lo que inevitablemente va a afectar la forma de construir vínculos. “El psicoanálisis sostiene que ellos también tienen un modo de producir su estar en el mundo y confía que no somos un cerebro operando en un cuerpo, sino que más bien cada uno de nosotros es un sujeto en un cuerpo que lo soporta”
“Hay cierta convicción que la teoría nos da para confiar en procesos en los cuales se amplían los recursos del niño y esa ampliación es producto de un efecto que Lacan va a llamar acontecimiento de acuerdo. La descripción de goce que habilita un cambio de posición”, aclara Manzotti.
Siguiendo con esta idea, aclara que el tratamiento del autismo desde esta perspectiva se sostiene en la transferencia de los padres y en ese sentido, es necesario que el analista que trabaja con ellos tenga ciertas características relacionadas con la posición de escucha atenta, de observación precisa, entre otras.
Cabe destacar que la jornada finalizó con un ciclo de preguntas del público, lo que permitió que la invitada exponga una serie de intervenciones clínicas que ha liderado en su experiencia desde “Hacer Lugar”, la fundación que dirige y coordina donde se entrega asistencia y se realiza investigación y docencia en el campo del autismo.